martes, 6 de febrero de 2007

Las verdades sobre el agua embotellada.

El consumo de agua embotellada en el mundo aumenta anualmente un 12%, a pesar de los costos de la misma, pero realmente la disyuntiva comienza cuando juzgamos la limpieza y calidad entre el agua embotellada y el agua de grifo. ¿Cómo estar seguros de la asepsia del agua embotellada, quién nos la garantiza?; o por el contrario ¿Por qué gastar dinero en agua embotellada, cuando el agua de grifo es potable en varios países?.

Científicamente se ha manifestado que diariamente debemos ingerir por lo menos dos litros de agua, por ello cada vez son más los consumidores de agua embotellada, ya que normalmente esta se percibe como la más segura y de mayor calidad para ser ingerida. Incluso en los países donde existe servicio de agua potable, la gente puede llegar a gastar hasta 1000 veces más en agua embotellada que si ingiriesen la de grifo. Tal vez esta preferencia se da por la publicidad de las empresas envasadoras que dominan el mercado y por cierta confianza de las personas hacia el agua embotellada, que cada vez es más consumida alrededor del mundo.
Según varios datos y cifras, una persona bebe un promedio de 15 litros de agua embotellada cada año, siendo los más consumidores los europeos occidentales. Los italianos son los mayores consumidores en Europa, anualmente unos 107 litros por habitante en promedio; mientras que más del 54% de los estadounidenses consumen esta agua.

El agua embotellada es escogida por las personas debido a varios factores; por ejemplo muchos piensan que el agua embotellada tiene mejor sabor que la de grifo, la perciben como más segura, confiable y de mejor calidad, incluso cuando no siempre es el caso. Además los consumidores se dejan llevar por la gran cantidad de publicidad de las empresas que ofrecen el líquido como una alternativa saludable a otras bebidas, y la compran para sentirse bien con ellos mismos y hasta para perder peso. Asimismo se menciona que el agua embotellada tiene más minerales y en mayor cantidad de los que normalmente tiene el agua de grifo, entre ellos el calcio. Pero no existen pautas exactas para determinar las cantidades recomendadas de minerales, por lo que si existiera un exceso de alguna sustancia en el agua embotellada sería perjudicial para el organismo. El agua de grifo puede ser contaminada por una serie de elementos químicos, físicos y orgánicos; algunos de los cuales se pueden controlar con mayor facilidad en los sistemas de disribución por tuberías que en las botellas ya que estas pasan por períodos mayores de almacenamiento y están a mayores temperaturas, lo que puede ser propicio para la proliferación de bacterias en el plástico.

El impacto ambiental que produce el agua embotellada es tremendo. Primero el hecho de que se usen alrededor de 1,5 millones de toneladas de plástico para embotellar el líquido. Los procesos para producir esta sustancia pueden causar muchos problemas al medio y a la humanidad, si no son debidamente regulados. Por otro lado, la mayoría de las botellas de plástico no se reciclan y se amontonan en los botaderos de basura del mundo, las cuales pueden permanecer cientos de años en su estado ya que esta sustancia tiene un proceso de descomposición muy lento.

Otro problema ecológico que puede causar es el hecho de que la cuarta parte del agua embotellada es consumida y exportada fuera de su país de origen, lo que implica muchos recursos de transportación, por lo tanto un considerable aumento de las emisiones de dióxido de carbono en todo el planeta. Quizá uno de los problemas más importantes es que se establecen mercados enormes por las grandes empresas multinacionales como Pepsi, Coca – Cola, Nestlé, entre otras que comercializan y privatizan este recurso a los precios que desean, beneficiando a los que pueden costear el líquido embotellado, teniendo ganancias exorbitantes cada año. Por ello existen grupos que se oponen a esto ya que sostienen que el agua es un derecho humano y un bien público, que debe ser repartido equitativamente sin ningún tipo de preferencia económica por toda la población.

Las soluciones para los generalizados problemas en torno al agua embotellada podrían ser el no fiarse en la calidad del agua, ya que no está completamente libre de posibles contaminaciones, debemos proteger los ríos y las corrientes naturales para asegurar que el agua del grifo sea de una buena calidad potable para todos y a un precio razonable. Otra solución podría ser el reciclaje y la reutilización de las botellas en caso de consumir agua embotellada.
Una de las soluciones más razonables sería la de instalar filtros en los grifos y comprar el agua procedente de fuentes locales y que no sean contaminantes. En algunas ocasiones los envases son llenados con agua de grifo y vendidos como embotellados.

Fuentes:
http://www.wateryear2003.org/es/ev.php
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=2475

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